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domingo, 13 de noviembre de 2011

Monte de Boadilla y Majadahonda.


Hoy empezamos temprano, muy temprano diría yo; cuando bajaba al parque Polvoranca me encontraba aún gente que estaba viviendo los últimos coletazos de la noche, algún accidente de tráfico de aquellos que se han despistado en la oscuridad, y los primeros reflejos del día les deslumbran y sacan de la carretera. Nosotros salimos sobre las 8:45 desde Polvoranca hacia Boadilla del Monte.

Este primer tramo trascurre por caminos duros y fáciles de rodar y ya conocidos. Llegamos hasta la ciudad financiera del Banco Santander y despues a la explanada del Palacio de Boadilla del Monte. Ahí comenzó la aventura. Nos adentramos en el monte de Boadilla por una primera cuesta que a algunos nos hizo de echar pie en el suelo. Una vez coronada la cima tomamos la primera barrita, disfrutando de una preciosas vistas de todo el pueblo de Boadilla.

Desde lo alto recorrimos el monte de Boadilla a toda velocidad, fue el momento donde descubrí que aunque el día no era muy soleado, es importante cubrirse los ojos con unas gafas, para evitar que  el barro que se agarra a las ruedas salte hacia la cara y te impida ver con nitidez.

Bajamos hasta los campos de futbol disfrutando de las pendientes, y cruzamos hacia el Monte de Majadahonda. Allí volvimos a disfrutar del monte, poniendo a prueba las bicis con curvas pronunciadas.

Terminamos en el Plantío. Sin duda un lugar nuevo; despistados preguntamos a unos ciclistas que pasaban, y sumándonos a su grupo pusimos rumbo a Madrid, Pozuelo, la finca, y a la ciudad de la imagen, para luego regresar por la venta de la Rubia al Parque Polvoranca.

Volvimos a superar los 50 km con holgura, disfruntado de una buena ruta con naturaleza, conocimos una nueva vía que une Madrid y El Escorial. Hay muchos mas caminos. 

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