Es el grito de guerra que durante los años 80 sirvió para oponerse al boom inmobiliario, al poder de la especulación frente a la forma de vida en armonía con la naturaleza: si ese fue el barco de chanquete un símbolo de rebeldía estival que nos anticipaba lo que sería mas adelante la "España del ladrillo y el concejal de urbanismo".
Con el objetivo de visitar ese monumento, y estando en la costa del Sol, no podía perderme la excursión a Nerja, para vivir así mi Verano Azul.
Aquella serie de televisión rindió tributo también a nuestra amiga la bicicleta, su cabecera de entrada nos mostraba un grupo de chavales que montando en bicicleta recorrían las calles de Nerja silbando aquella melodía tan pegadiza. ¿quíen no ha montado en bicicleta y a silbado esa melodía?
Pues bien, eso he hecho yo esta mañana, tomar mi bici temprano recorrerme 20 km, disfrutando a mi lado de la costa del Sol, el mar de alboran, repleta de turistas durmientes, de chiringuitos que ha estas horas se preparan para cocinarnos esos pescaitos frescos deliciosos, y llegar a Nerja, recorrer sus calles y silbar aquella melodía como haría Pancho, visitar el barco de chanquete y regresar por el mismo camino al punto de partida acompañando a un numeroso grupo de ciclistas que en pelotón recorrían el litoral: hay mucha afición en la zona.
El verano terminará, y sin dejar de ser meláncolico miraremos este post entonando la canción del duo dinámico, el final.... del verano.... llegó y tu partirás....
Feliz verano.
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