Este domingo adelantamos la cita para desplazarnos hasta El Molar, para volver a revivir una ruta que nos encantó en el otoño pasado y que dejamos pendiente para descubrir en primavera, seguros de que lo que era bello en Otoño, lo sería aun mas en primavera. Las lluvias de estos meses han hecho que retrasáramos en varias ocasiones este paseo por aquellos bellos parajes, el cañón del Rio Guadalix.
Como en aquella ocasión quedamos en la explanada de los Castillos de San José de Valderas a las 7:30 horas, y desde allí partir en grupo hacia el polideportivo del Molar.
Así fue, finalmente nos dimos cita 10 bikers, Gdmone aún en la enfermería y sin el alta medica, no quiso dejar de acompañarnos en la salida, y así aprovechar la mañana para pegarse una vuelta caminando por la zona, manteniendo así vivo su "reposo activo" y evitar que se le acorchen los músculos.
Ya estamos todos listos, preparados para partir a descontar kilómetros al recorrido, además hoy estrenamos la equipación que con tanto esmero nos ha diseñado el maestro Towers. En la parrilla de salida todo está preparado, Biker-nass, Suiseki, Biker-geforce, Asolibes, Robinbiker, Migaego, Jarkonen y Towers, pero Towers ...........................................................................................................................¿donde está Towers?
Ese el momento en el que me giro y lo veo mirando el maletero de su coche, con semblante desencajado como aquel que ha visto aparecerse frente a él al mismísimo diablo. Me acerco para preguntarle y me fijo en su cara que muestra el típico gesto de aquel que madrugó a las 6:00 de la mañana, se chupó 90 km en coche para hacer una ruta que estaba planeada meses atrás, y va y se deja la rueda de la bici en el garaje de casa.
¡¡¡¡¡¡Cagüen tooooo!!!!!!!!!!!! ¡¡¡¡No me lo puedo creer!!!!!
Efectivamente, el maestro desmonta la rueda delantera para acoplar la bicicleta en el maletero, tempranito, y las prisas de la mañana han hecho que se la deje olvidada en el garaje; no hay plan B, no acepta ningun consuelo, así que el artista se coge las de Villadiego, es decir, la A-1, cambia el track y pone rumbo para la selva marrón en busca de esa pieza, imprescindible para que la cosa funcione, y es que no se pueden olvidar ese tipo de detalles que hacen la ruta viable.
Ya no somos 10, somos 9. Gdmone coje los bártulos de pastoreo y pone rumbo a su caminata, el resto montamos en las burras.
Efectivamente, el maestro desmonta la rueda delantera para acoplar la bicicleta en el maletero, tempranito, y las prisas de la mañana han hecho que se la deje olvidada en el garaje; no hay plan B, no acepta ningun consuelo, así que el artista se coge las de Villadiego, es decir, la A-1, cambia el track y pone rumbo para la selva marrón en busca de esa pieza, imprescindible para que la cosa funcione, y es que no se pueden olvidar ese tipo de detalles que hacen la ruta viable.
Ya no somos 10, somos 9. Gdmone coje los bártulos de pastoreo y pone rumbo a su caminata, el resto montamos en las burras.
Comienza la ruta, Migaego en su afán por reinventar la nutrición deportiva hace una pequeña parada en el puesto de los churros del Molar, para pillar unas porritas para calentar nuestros cuerpos serranos. Una vez que la grasa de los churros han engrasado nuestras articulaciones, si que estamos listos para lo que venga.
Y así fue, tras un pequeño repecho tomamos una rampa con piedra suelta que nos lleva hasta el nivel del río Guadalix. Por una senda por encima del canal, estrecha y con piedras esta vez pegadas al suelo disfrutamos de un bonito paseo en plena naturaleza. Solo se oye el cantar de los pájaros y el agua del río. Migaego tuvo un pinchazo que reparamos rápidamente, no dio tiempo a enfriarnos. La temperatura ideal, pronto estaremos cerca de los 20ºC.
Cruzamos por encima del Río Guadalix, y antes de llegar a San Agustín disfrutamos de unas sendas entre las zarzas, esta vez el camino ya era de arena, y podíamos rodar a mas velocidad.
Pasado San Agustín tomamos un camino lateral para encarar el tramo mas duro de la mañana de hoy. Nos esperaban 6 kilómetros que recuperaban todo lo bajado hasta ahora; Migaego refunfuña, eso significa subida, y mientras el grupo se estira, atrás nos quedamos haciendo compañía al legionario del grupo, Suiseki y el que escribe.
Y pronto pasa ese tramo, rompemos a sudar y una vez arriba disfrutamos de las bellas vistas que nos brinda la zona. El aire fresco llena nuestros pulmones para disfrutar del paseo primaveral justo justo como lo esperábamos.
A pocos kilómetros la presa de Pedrezuela nos recibe y llega el ansiado momento platano. El legionario del grupo, y enemigo de los endocrinos, el gran Migaego, le pega un tiento al vino (esta semana tiene denominación de origen Mentrida, comprado en Escalona) y pasa la ronda: Suiseki valiente acepta el reto y prueba el elixir secreto de Migaego sin mancharse el maillot, este hombre va a conseguir que aprendamos a beber de la bota todo el grupo. Migaego apunta a ser el nuevo gurú en alimentación deportiva, yo ya estoy viendo en los puestos de avituallamiento de las grandes pruebas deportivas, un puesto de churros con una cuba y un grifo de vino de la tierra.
Repuestas las fuerzas ponemos rumbo al Vellón por caminos amplios, con arena, y cargados de minerales, el sol hace brillar la pirita que destaca sobre los demás, dando brillo al camino. Algún repecho nos esperaba todavía, algún resbalón, pero la ruta estaba practicamente acabada.
Finalmente nos salieron algo mas de 40 km, en una ruta que pensábamos mas exigente de lo que fue, a Jarkonen le faltaron kilómetros para rellenar la mañana: todos juntos nos tomamos unas cervezas que sirvieron como colofón a una divertida mañana de domingo, marcada por la anecdota de Towers, y la suplementacion dietetica de Migaego.
Nos vemos en la proxima.
Fotografia: Migaego, Biker-nass.
texto Blogger.
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