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miércoles, 26 de junio de 2013

Por los castillos del medio tajo.

Tan solo con mirar el escudo de la provincia de Toledo podríamos adivinar lo que nos vamos a encontrar en la ruta de esta semana:  El águila bicéfala, coronada, que luce en el pecho la medalla dividida en cuatro partes, con dos castillos dorados sobre rojo, y dos leones sobre blanco, rodeada por el "toisón de oro", los castillos, los leones, lo dice todo sobre su provincia, águilas, castillos, señores feudales, el dorado de sus campos, tierras repletas de historia: La zona de Torrijos por su emplazamiento ha sido clave como alto en el camino que une, Madrid con Talavera, y Toledo con Avila. Una brecha en la tierra, que hay entre dos grandes ríos: el Alberche y el Tajo, una zona por descubrir. 
Para este primer fin de semana de verano, el homo polvorancus, abandona la edad de piedra, y se sumerge de golpe en la edad media, tomando como recorrido la Ruta de los Castillos del Medio Tajo que cada año promueve nuestro amigo David Moreira desde Moreocio  allá por el mes de Mayo, aprovechando el verdor de los campos, y que nosotros tomamos con retraso este año. 


Encaramos esta ruta justo en la fecha mágica del solsticio de verano, la noche mas corta, el día mas largo, San Juan,  cuando el sol se encuentra en todo lo alto del firmamento, el fuego purificador, una fecha mágica, el sol va a ser uno de los protagonistas de la ruta de este fin de semana. 


Asumen el reto 6 bikers, Towers, El curi, Jarkonen, Biker-nass, Chelero y Blogger,  que madrugan de lo lindo para llegar a la localidad de Escalona sobre las 8:00 horas, una hora mágica.
La ruta la comienzan a los pies del primer castillo del camino, Castillo palacio de Escalona, de origen romano,  y posteriormente musulmán ha sido uno de esos castillos que ha soportado batallas, asedios, herencias, y destierros alrededor de sus murallas, y seguro que ha tenido alguna princesa,  alguna suegra y  algún yerno complicado, en fin, lo tipico. Lo dejamos atrás para bajar al Río Alberche, lo cruzamos por su estrecho puente de piedra, las aguas bajan cristalinas, aun sin bañistas. 








Vamos entrando en calor, al principio con unos pequeños repechos, atravesamos algún arroyo, y ponemos rumbo a Maqueda, donde nos espera la primera foto-castillo de la jornada a los pies del castillo de la Vela, donde dicen que  vivió  Isabel la Católica, tiene un buen estado de conservación, ha sido  cuartel de la guardia civil. Un vecino de la zona se ofrece para inmortalizar el momento. 







Cumplido el objetivo ponemos rumbo a Caudilla,  algún tramo del track aparece arado, y nos obliga a forzar la maquina algo mas de lo previsto, encontramos alguna rodada entre los surcos de los arados, Towers tiene una caída leve, sin consecuencias, salvo la rotura del eje del pedalier de su burra,  sufrirá el chirrido subsiguiente practicamente toda la ruta desde este momento y la incomodidad de hacer fuerza sobre una pieza que no responde en optimas condiciones.





 Proseguimos hasta Caudilla, población abandonada que cuenta con restos de lo en otra época fue un castillo. Inmortalizamos el momento, los campos están repletos de cebada espigada y dorada, en algunos tramos ya segada y empaquetada en grandes alpacas. Como curiosidad esta es la tierra del gran ciclista Bahamontes, el águila toledano.






Nuestra siguiente parada será Torrijos, y su  palacio de Don Pedro de Castilla, hoy Ayuntamiento. Estamos casi en el meridiano de la ruta, post ponemos el momento plátano para  aprovechar que aún el sol no está en todo lo alto.  Hacemos una pequeña pausa para las fotos, y proseguimos rumbo ahora hacia Barcience, pero primero hacemos una foto a la fachada de la colegiata del Santísimo Sacramento.












Desde lo lejos podemos ver el castillo del s SIV, preside la zona desde lo alto de un cerro, a sus pies un pinar que nos da aire fresco justo antes de llegar a la cima, Jarkonen se atreve con el desnivel y no pone pie en tierra. Este castillo no tiene documentada acción bélica alguna, siempre  ha sido utilizado como mansión señorial. 















Aquí ya muestra el sol todo su poderío, el tigreton de "elcuri" está ya casi licuado, pronto se lo tendrá que comer a lametazos. Aun así no detenemos la marcha con el animo de retrasar el momento plátano, y proseguimos hacia nuestro siguiente pueblo: Huecas. 



Sin Castillo, este pueblo nos recibe en fiestas, con banderines por las calles, se nota que el pueblo aún duerme tras la fiesta toledana de la noche anterior. Esta vez el momento plátano lo hacemos con cervecita fresca en el bar que encontramos abierto. 




Nuestra siguiente parada, el pueblo de Novés, vemos indicaciones del camino de Santiago,  lo atravesamos rápidamente para poner rumbo a su Castillo de San Silvestre, algo de vegetación por el cruce de distintos arroyos,el arroyo grande del molinillo, o el arroyo de san silvestre, traen vida, consiguen que haya vegetacion en esta época del año. Nosotros en este punto, ya buscamos la sombra escasa, esa reservada en otros tiempos a ese pedazo de invento, tan util en estos campos, el botijo.


No han sido suficientes los electrólitos del tigreton del curi, y en una de las subidas sus cuadriceps le empiezan a decir "hasta aquí hemos llegao": el eje de Towers entona un chirrido ya preocupante. Empezamos a rezar porque ambos puedan terminar el recorrido. Desde luego coraje no les falta. En nuestras plegarias tambien suplicamos algún efecto mágico, cosmico, un eclipse solar, aunque sea parcial es de agradecer.



El sol ya si luce con todo su esplendor en lo alto del firmamento, entre la cebada, Chelero localiza  a la sombra una pareja de faisanes, escondidos de los rayos del astro rey. Ya vamos hacia Quismondo  "tierra sana y escasa de leña" descrita así desde 1575,  donde hubo una torre que servía de guia para la ruta que unía Toledo con la ruta de la plata en época del imperio romano. Los vecinos de Quismondo presumen de contar entre sus vecinos ilustres la saga de toreros "los dominguin",  Luis Miguel Dominguin, padre de Miguel Bosé, y su abuelo eran naturales de Quismondo.

Cruzamos la A-5 para ya poner rumbo al Río Alberche, y a Escalona. Al Cruzar el río vemos como ya han llegado los bañistas: el horario no nos permitido el baño purificador previsto para el final de la ruta. La foto finish la hacemos a los pies de la muralla de Escalona, después de tomar la correspondiente cervecita en un bar de la zona. 

Al final fueron 67 kilómetros de una ruta rodadora, divertida por la cantidad de pueblos que se  visitan y los castillos, todo  le da un punto diferente, muy recomendable, sobretodo en primavera, en la cita oficial, los campos en verde, las amapolas, y demás flores, crean un paisaje envidiable,  no os la podéis perder.  Repetiremos. 

Hasta la próxima. 

Texto: 3logger.
Fotografia: 3logger & Biker-Nass.
Video: El curi. 

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