Salimos hoy del Punto G, 10 exploradores, Biker-gforce, Gdmone, Jarkonen, Perini, Chelero, Luigi, Suiseki, Mabucar, Migaego y Towers dispuestos a recorrer el Monte de Boadilla, a ver si encontramos a Wally, ya que en primavera fue imposible.
Emprendemos la marcha después de saludos, abrazos y bicis prestadas en dirección nuestro objetivo. Cruzamos la Ciudad del Santander y llegamos al monte. Una vez allí, nos damos cuenta que el paisaje ha cambiado mucho, del verde infinito de Abril, que hacia que perdiéramos el rastro de los senderos, a un amarillo pajizo que da un aspecto de estepa siberiana en pleno Madrid.
Con buen ritmo vamos haciendo los bucles de ida y vuelta por el monte, guiados por el gps de Gdmone, cada día mas fuerte después de su vuelta a los ruedos tras su larga convalecencia. Seguimos buscando al mítico personaje de camiseta a rayas rojas, que sigue sin aparecer. Mientras tanto la 'secta' de las 29er, intenta hacer un nuevo adepto, aunque el trabajo es duro.
Llega el Momento Plátano, a la sombra de unas encinas que nos protegen del sol que empieza a apretar en lo alto. Caída de Biker-gforce sin efectos secundarios reseñables, se levanta y dice algo del tonto del pueblo y otras preciosidades.
De nuevo en marcha, serpenteamos por el monte, con sube y bajas constantes. Afrontamos los últimos repechos entre ramas y raíces y por fin salimos a la civilización en la urbanización Monteprincipe. De repente, cuando el camino parece mas fácil y tranquilo, Migaego, amigo de las trialeras y los descensos en plan cabra montesa, se olvida de que la bici se conduce con las manos en el manillar, tropieza con un bache y sale por los aires. Vuelo, grito, crujido metálico, voltereta y caída de cabeza contra el duro asfalto. Si ya lo dice la sabiduría popular, el Homo Polvorancus es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, y nuestro amigo quiso emular a Blogger en su dia de gloria.
Resultado: moratones, brechas, sangre...vamos un cuadro, pero como Migaego no es amigo de los 'quejios', se deja limpiar y reparar por las manos amigas y sigue camino de la meta. Por supuesto que no se olvidan las cervezas y las migas reparadoras y después al hospital, que lo primero es lo primero.
Por cierto, Wally sigue sin aparecer y la secta no ha aumentado.
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