Sin abandonar sus dominios, que mantienen a buen recaudo, un grupo de polvorancus se aventuran en la exploración de un bello rincón de la sierra de Madrid ahora que el tiempo y la autoridad lo permiten, que es a fin de cuentas, quien tiene la potestad en estas cosas.
La zona escogida, La Morcuera y Canencia, extensos pinares y sus faldas, donde abundan tejos, alamos, abedules, robles... nos asomamos a rodar en plena naturaleza, por un track, regalo de Flopez69, al que desde aqui, agradecemos su generosidad al compartir sus rutas en la red.
A la cita acuden 4 bikers, Torrejota, Lupero y blogger y se suma a la expedición Juanpe biker que repite aventura polvorancus después de una aventura mosquitera por el río Guadarrama hace un par de semanas. Salimos con 10 minutos de retraso, el que escribe tiene un percance con su gps y llega retrasado al punto de origen.
Y tomamos el track, que tira de nosotros hacia arriba, la ruta empieza picando desde el minuto 1. Abandonamos el pueblo para tomar pista de despegue hacia la Morcuera, el primer alto del día, pista forestal, perfecta, rodeada de robles que apuntan al Otoño, en el monte Aguirre empiezan a hacer acto de presencia los pinos, y el aroma a la montaña, lejos de la boina de cubre Madrid estos días.
Cada pedalada calienta el cuadriceps del homo polvorancus, y aunque no hace frío, el cuerpo entra en calor con relativa facilidad, Lupero y Torrejota aceleran, y un servidor se queda atras, Juanpe aprovecha la oportunidad para demostrar su magnanimidad, y me acompaña en la toma de la Morcuera. El empinometro empieza a acumular metros, que en esta ruta se encuentran al principio del recorrido, en 14 kilómetros nos ponemos en los 1.756 metros cuando coronamos el Puerto de la Morcuera.
Recuperamos las pulsaciones en el momento del avituallamiento disfrutando de las vistas sobre este espacio de la Sierra de Guadarrama, Madrid, y el embalse del Vellón. El cielo está despejado, el sol y la temperatura son casi primaverales.
Continuamos ahora por pista hacia el área recreativa de Canencia, cumbreamos sin apenas desnivel disfrutando de la estampa y las vistas sobre el embalse de Pinilla, a medida que nos acercamos al puerto de Canencia nos cruzamos con mas senderistas, buscadores de setas, y familias que caminan por la zona.
Tomamos un tramo de carretera donde aparecen las puntas de velocidad, y pronto abandonamos el asfalto para meternos de nuevo en un robledal con camino mas técnico y roto, el paisaje ahora si se pinta de amarillo y ocre deslumbrando con bellas estampas otoñales.
Al final conseguimos el objetivo, otro trocito de la sierra de Madrid que hemos conocido, un coctel exquisito de naturaleza, aire limpio, amigos y deporte en un recorrido exigente por el disnivel, aunque en lo técnico no tiene ninguna dificultad. Otro escalón que hemos subido en nuestro propósito de conocer ese tesoro que tenemos al lado de casa, pasito a pasito, despacito, mientras que las piernas aguanten. Un viaje con amigos por la naturaleza....no se puede pedir mucho mas.
Palabra de Polvorancus.
Nos vemos en la próxima.
By blogger.
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Texto blogger.
fotografia: Lupero Torrejota JuanPe.
