Una vez superada la crisis del fin del mundo pronosticada por los Mayas, nos lanzamos a disfrutar esta nueva oportunidad que nos da el destino para confeccionar una ruta distinta, que nos sirva para celebrar que por fin el año acaba, empieza uno nuevo, y demostrarnos que estamos preparados para lo que nos echen.
Así pues esta semana mas que ruta, nos hemos dado un paseo por Madrid, una salida distinta que une Monumentos, y sitios emblemáticos del Madrid en Navidades. Ha habido muchas bajas, los compromisos, vacaciones, eventos y demás, no nos han permitido unir a mas bikers, aún así nos dimos cita en el punto G 5, (dos de rojo, dos de negro, y mezcla de rojo y negro para compensar) chelero, towers, lupero, tiberius y el que escribe, rumbo a la capital.
Amanece con neblina, un poco meona, nos va empañando las gafas al principio, una niebla algo gris que no dejaba pasar los rayos del sol. Atravesamos la N-V y por la Venta de la Rubia bajamos hasta la casa de campo. El ritmo mas lento que de costumbre facilitaba aún mas el palique, y en un pis-pas llegamos a la casa de Campo. La dejamos atrás y en Madrid Río tomamos dirección al Puente de los Franceses y el Parque Oeste, que cortado al tráfico nos permite pedalear por el bello parque bordeando la Rosaleda, pasando justo por debajo del teleférico de Madrid, para llegar a nuestra primera parada fotográfica. El templo de Debod. Visitamos este monumento, y aunque el momento especial en este parque es el atardecer, disfrutamos unos minutos de la paz de este rincón de Madrid. Los vigilantes no nos dejaron plasmar la instantáneas junto a las burras, por tratarse de una zona monumental. Aun así, desde fuera pudimos recoger el momento.
Dejamos atrás este monumento Egipcio, para tomar la calle Bailen rumbo esta vez hacia el Palacio Real, que nos espera repleto de turistas fotografiándose con esta mole real. Una vez pasado un primer tramo en el que compartimos asfalto con los coches llegamos a la explanada justo en frente de la entrada principal a palacio. Una pareja de novios, acaramelados, nos hacen la foto del grupo.
Desde aquí a la catedral de la Almudena, a tope de orientales fotografiando las fachadas, nosotros nos pusimos en el lateral del palacio.
Ahora ponemos rumbo al centro de todas las autopistas españolas, y al oso y el madroño, atravesamos los jardines del palacio para ir hacia la plaza de la Opera, aún de resaca tras el día de ayer ya que acogió el sorteo extraordinario de Navidad (que por cierto se olvidó de nosotros casi por completo).
La calle Arenal nos espera con numerosos madrileños y no madrileños paseando, y de compras, cada vez hay mas gente, nos obliga a ir con mas cuidado, pero no somos lo únicos ciclistas, antes de llegar a la puerta del sol nos cruzamos con una pareja del Samur también en bicicleta, algo que nunca habíamos oído.
Y llegamos a la puerta del sol, y como no, nos dirigimos a hacernos otra foto de las planificadas antes de la salida, la foto con el Oso y el Madroño en el km 0. Unos amigos ciclistas de Humanes a los que se le había ocurrido la misma idea que a nosotros nos ayudan con la foto.
Ya llevamos casi 30 km y va siendo hora de reponer fuerzas. El momento plátano esta vez es sustituido por un bocata de calamares en la plaza Mayor. Para allá que nos vamos.
Una vez deborado el amigo Calamardo y desde ahí volvemos a la calle Mayor para cumplir con otro ritual Navideño, la lotería, para lo que la mano inocente de Towers fue la encargada de cambiar de nuevo nuestro destino, y le hicimos responsable de lo que sin duda recordaremos siempre, el momento en el que dejamos de ser pobres.
Y una vez que nos hicimos con los millones, rumbo a casa, primero por la cuesta de la vega, puente de Segovia, y Madrid Río, con parada obligada en las inmediaciones del Vicente Calderón, hicimos la foto-colchonera.
Y una vez completado el circuito ya solo nos queda volver para casa y desearos con este paseo, y como diría nuestro amigo Sergio Ramos, MORRY CRISMAS.