Los ritos del homo polvorancus.

Fieles a su cita de los domingos, el nuevo grupo de homínidos descubierto por el famoso periodista, especializado en misterios insondables, BIKER blogger JIMENEZ, se reúne en el famoso punto “G” para iniciar su ritual mágico semanal. Numerosos investigadores, con el fin de observar tan misterioso comportamiento, acechaban agazapados detrás de los matorrales de los alrededores esperando que aparecieran a partir de las 9:00 h, pues según algunas fuentes de poco  fiar, esta era la hora en que comenzaban sus ceremoniales. Pero el homo polvorancus, listo como él solo, intuyó la amenaza de que le descubrieran, y esta vez quedaron 45 minutos antes, con lo que los investigadores perdieron toda oportunidad de observarlos en su hábitat natural. 

Este domingo, a los ya conocidos, Suiseki, Mabucar, Jarkonen, Perini, Biker-geforce, Chelero, Biker-Nass y Javito, vivirían su ritual iniciático tres nuevos bikers, Juanjo, Luigi1509 y LCIRPM, en una ruta circular y de bajada, como ya es habitual en este grupo, que guardaba alguna “cuesta trampa”, seguramente, con el objetivo de dar caza a algún homo polvorancus. 

Comenzamos desde el misterioso “Punto G”, camino de la Urbanización El Bosque calentando piernas y disfrutando de un sol espléndido hasta el curso Medio del Guadarrama, desde donde ascenderíamos paralelos al río durante aproximadamente unos 10 kms por sendas muy divertidas y rápidas, para después tomar el camino hacia Las Lomas, momento en el cual, aprovechamos para disfrutar del famoso momento plátano, y hacernos la foto de grupo de rigor.

 Aquí algún miembro del grupo, famoso por sus chascarrillos manchegos, hizo intención de convencer al resto para hacernos la foto de una manera diferente, brindándole un bonito “calvo” a la chica que amablemente se nos ofreció para hacernos las fotos. Como no era plan de quitarnos otra vez el casco, decidimos hacer la foto habitual, y seguir con nuestro camino, no sin antes observar como un bonito chucho se había fijado en las bicis de Luigi y Javito, y decidió que era el sitio perfecto para dejar sus marcas territoriales en forma de orina.

Reanudamos el camino de regreso hasta casa desde Valdecabañas rozando Majadahonda cerca de su club de golf para enfilar por el monte de las encinas hasta el bosque de Boadilla. En este momento, se empieza a dibujar en nuestro pensamiento la imagen de una cervecita fresquita, lo cual nos hace coger un ritmo frenético y cruzar Boadilla del Monte cual alma que se lleva el diablo, para afrontar el último repecho por la ciudad del Botín, y llegando hasta nuestro querido punto G, esta vez, con una sonrisa en la cara por haber completado el círculo que iniciamos cuatro horas antes.

Y finalmente, para cerrar la mañana perfecta, llega el rito de socialización del homo polvorancus, risas, cervecitas, migas y más risas, comentando las jugadas más interesantes, con foto de rigor, y fuerzas suficientes para afrontar otra semana, con la vista puesta en la siguiente cita.

Texto: Javito. 

Fotografia: Biker-nass.