Polvoranca MTB: II RUTA DEL BOCATA DE CALAMARES.

Este domingo se celebró la tan esperada “Ruta de los calamares”, que los polvorancus esperábamos con ansía, ya que aunque calificada de “paseíllo” por los “makinas” del grupo, no deja de ser curiosa y divertida por transcurrir por sitios monumentales de Madrid; además el día, aunque frío, acompañaba, pues el sol aportaba esa luz especial anunciándonos que el otoño está muy cerca.

Como siempre, partimos del punto G, elcuri, sahagún, Maverick, Biker-Nass, aalameda, Javito, Luigi,Dcarlos,towers,asolibes,chelero (espero no olvidarme de nadie), unos cuantos menos de los que en principio se apuntaron, ya que las cenas y reuniones navideñas hacen estragos en algunos polvorancus…, que deciden quedarse en la cama calentitos, aunque alguno le echó un par y vino, aún con las burbujas de la coca-cola todavía flotando en el estómago (y en la cabeza, jeje..).

Empezamos a rodar por los terrenos en los que al Sr. Adelson ya no le tendremos que pedir que nos haga un carril bici, camino de la CDC, con ritmo rapidito, ya que el frío de la mañana así nos lo pedía, una vez allí cruzamos hasta Madrid Río y seguimos la ribera del Manzanares hasta la carretera de Castilla, en donde elcuri que todavía está aprendiendo a caerse con automáticos, decide enseñarnos como lo hace, y con derrapada incluida, da con sus huesos en el suelo una vez más, afortunadamente sin consecuencias… (es una lástima pero no tenemos documento gráfico del momento).

Es el momento de afrontar el p’arriba del paseo de Camoens, y a los “piolines amarillos”, que esta mañana eran mayoría frente a los apuestos y atléticos azulones, les da un abarrunto y como alma que lleva el diablo comienzan a tirar, suponemos que pensando en el bocata de calamares que les esperaba un poco más arriba.

Una vez en el templo de Debod, comenzamos lo que los chinos hacen con mucha frecuencia cuando hacen turismo en Madrid, es decir, foto y a correr, más que nada porque a chelero le empieza a entrar la angustia y la prisa porque iba con hora de llegada, y había muchas posibilidades de que su señora esposa le estuviera esperando con el utensilio de amasar pan en la mano…

Después de una paradita en el Palacio Real, y con las bicis bien vigiladas por si salía el Urdangarin y se quería llevar alguna, llegamos a la plaza Mayor, abarrotada de gente como es menester en estas fechas, y hay que bajarse de la burra para andar a través de la plaza hasta el deseado bocata de calamares, sustituto esta semana del plátano polvorancus.

Continuamos nuestro periplo en busca de la Diosa Fortuna, esperando que este año quiera deleitarnos tocándonos con su varita mágica y dándonos un pellizquito del gordo para tapar algunos agujeros tamaño socavón, o para poder pasarse al lado oscuro de las 29ers, o para algún viajecito, etc.

Con la prisa y el miedo en el cuerpo de algunos, pues corren rumores infundados de que una tal Mercedes tiene muy mala leche, desandamos el camino que nos trajo hasta aquí, volviendo a través de la CDC, punto a partir del cual imprimimos un ritmo vertiginoso hasta Tres Aguas, en donde hacemos parada, para despedirnos hasta después de las navidades, y en donde se dispersa el grupo, quedándonos unos pocos para disfrutar de la merecida cervecita del final de una ruta, como siempre, en agradable compañía, risas por doquier, y un poquito de ejercicio que nunca viene mal.