Estimados y queridos Polvorancus, no pensaba hacer ninguna crónica de mi última vivencia respecto del Camino de Santiago, pero Rufi me ha animado a hacer algún comentario de dicha experiencia, o llamadlo como queráis, de mi viaje con mi inseparable y querida bicicleta, es por ello que no quiero dejar pasar esta oportunidad para expresar algunos sentimientos en voz alta y plasmarlos en esta crónica. Se que lo tengo muy difícil teniendo un Polvorancus experto en estas lides de redactar crónicas, como es Javi, pero intentaré hacerlo lo mejor que pueda, espero seáis condescendientes con alguien que no es ducho en la materia como es mi caso.
En primer lugar deciros, que el título escogido para esta crónica, al menos para mi, describe total y absolutamente todo lo que envuelve a una aventura de estas características “Esto no es para contarlo, es para vivirlo”. Pues si Polvorancus, es difícil contar todas y cada una de las sensaciones que uno puede sentir a lo largo de 750 kms y 55 horas de pedaleo, si puedo deciros que es un compendio de dolor físico, de reflexiones, de pensamientos interiores, de exámenes de conciencia, de repasar tu vida mentalmente, en fin que se yo, tantas y tantas cosas que te pasan por la cabeza y que creo es positivo realizar alguna vez y de que mejor forma que hacerlo haciendo algo que nos gusta, nos envuelve, nos condiciona la vida y la vez nos aporta beneficios a nuestra salud, como por ejemplo, mantenernos a ralla el colesterol, azúcar, tensión y no se cuantas cosas mas, que son normales para personas de mi edad, claro esta, pero no para muchos de vosotros que estáis empezando a vivir y que ahora mismo no os debería preocupar.
Quisiera también transmitir una idea fundamental, que es animaros a hacerlo, quiero decir simplemente que si yo he podido, puede hacerlo cualquiera de vosotros.
El Camino es una maravilla desde el principio hasta el final, se cruza por varias comunidades autónomas y ninguna desmerece de las demás. Las hay con una impresionante riqueza natural, con montañas y bosques impresionantes y las hay con maravillosa riqueza monumental, al más puro estilo románico. Ningún rincón te deja indiferente, por su sencillez, por su silencio, por la amabilidad de sus gentes. Tenemos un país como pocos y te das cuenta cuando lo vives de cerca o cuando te asombra oír a los lugareños por donde pasas.
Muchas veces cuando cogemos unos días de vacaciones pensamos en irnos a lugares exóticos o tranquilos porque tenemos la idea de que queremos relajarnos completamente. Yo puedo asegurar que he tenido un estado de relajación y serenidad que no he alcanzado en casi ningún sitio. Pese al cansancio físico, el esfuerzo, contratiempos mecánicos, etc., he tenido un estado emocional ideal. No había más preocupaciones que buscar un sitio para comer cuando tenías hambre, parar a beber si tenías sed, pero todo sin la más mínima sensación de estrés. El tema albergues se nos ha dado muy bien (exceptuando Coca), ya que lo llevábamos previsto en nuestro programa y nos habíamos informado previamente de dichos lugares.
Deciros también que los momentos duros o los de mucho esfuerzo o cansancio se olvidaban rápidamente y se ven compensados con creces con los momentos de alegría, buenas vistas, conversaciones enriquecedoras y la compañía impagable de tus compañeros.
Para terminar, deciros que la llegada a Santiago, se queda siempre gravada en nuestro corazón, cada uno entra de la forma que mejor le parece yo en mi lugar entré en la Plaza dando voces de agradecimiento al Apóstol Santiago con el consiguiente mosqueo de los guiris, para después seguir con la consiguiente cola para recoger la Compostela y terminar con la sesión fotográfica en la Plaza del Obradoiro y misa del Peregrino en la majestuosa Catedral.
Contaría muchas mas cosas, pero esencialmente os he contado algunos de los sentimientos que yo personalmente he sentido, pero cada uno de nosotros somos distintos y puede sentir otras sensaciones, pero todas serán positivas, de eso estoy totalmente seguro. No se si me habré pasado contándoos en voz alta estas historias del Camino, pero la verdad es que disfruto cantándolas, solo pediros disculpas si os he aburrido. Para terminar solo os diré que……
VIVA EL APOSTOL SANTIAGO.
P.D.: Como podréis haber observado no he mencionado nada del tema gourmet (cocido maragato del Bierzo en Astorga, pulpo de Melide en casa Ezequiel, chuletón en Santiago, etc.), ni del tema puertos (La Fuenfria, la Cruz de Hierro, O Cebreiro, etc), ni del tema albergues, solo una referencia mínima, pues necesitaría algunos folios mas y no quiero aburrir al personal. Pido disculpas a aquellos que puedan no ser creyentes y no les haya podido gustar algún sentimiento de los expresados, de todas formas yo le pedí al Santo Apóstol por todos los Polvorancus, el no hace ningún tipo de distinción. Saludos a todos.
Madrid, 29 de Mayo de 2015
Miguel Timón Sánchez
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