viernes, 12 de mayo de 2017

El hombre que espantaba los buitres...

Conseguir alimento en los tiempos que corren, se vuelve una tarea cada vez mas dificil para las aves carroñeras de la meseta castellana.  Sobrevolando la planicie el buitre observa atento todo lo que sucede mas abajo, el olfato y la vista se vuelven imprescindibles para sobrevivir en el poco espacio que hay entre las urbes cada vez mas pobladas.



Pero hoy es dia de fiesta, vispera del dia de la madre, los buitres lo celebran con una comida especial,  proteina de  vaca que yace muerta en una de las praderas en la finca de Moncalvillo, y el patriarca mas buitre y sus colegas se pegan un festín de carne fresca, recien muerta en una pradera de color verde intenso a pesar de las pocas lluvias de este año. 



Los aguzados picos rasgan la carne roja, y justo cuando están llegando a lo que viene a ser el chuletón y el churrasco,  oyen un grito fuerte VOY A PILLARTE CABRÓN!!! 






Un escalofrío recorre el cuerpo de este grupo de buitres, que no están acostumbrados a ese vocabulario, y se quedan estupefactos al ver como se abalanza sobre ellos una especie de vaquero sobre dos ruedas con casco y vestido de lycra de colores fosforescentes. Podrían plantarle cara, no tiene pinta de torero  a pesar de llevar ropa ceñida, y aunque luce escudo de la legión,  no parece que vaya armado, pero prefieren extender sus alas y levantar vuelo para desde arriba tomar perspectiva. 



Desde arriba ven un grupo de bikers, de apariencia inofensiva,  los mismos que hacía un par de horas partían desde el Molar, y se abrían paso entre la densa niebla. Primero rodaron por la zona del Cañón del río Guadalix, pronto el sol fue pudiendo con la densa niebla de primera hora. Una vez que descendieron hasta el río hicieron una primera parada fotográfica en el Azud de Mesto, rincón del río que esta vez bajaba con menos agua que otras veces. 






Detrás estaba esperando la senda que transcurre paralela al río, el paisaje es espectacular siempre, ni siquiera los buitres de la zona terminan de acostumbrarse, y ahora, en primavera, tiene un color especial. Al final de la misma, y tras un tramo de pista se hicieron fotos en la cascada del Hervidero parada obligatoria del recorrido. 





Tras esta parte del recorrido que era de perfil favorable, poco desnivel acumula, empezó el ascenso para llegar a la dehesa de Moncalvillo, terreno parcialmente recorrido en una ocasión anterior, pero esta vez volvieron con la decisión de recorrerlo entero, pues en la primera visita, que fue apenas de prospección,  tuvieron la desdicha de cruzarse con algún garrulo que apropiándose de terrenos públicos los expulso de aquel bello paraje. 




Esta vez, seguros de que por allí se puede montar en bici sin tener que tener mas permiso que el del bono bici, disfrutaron de lo lindo del sol, los aromas y los colores de la primavera.  No faltaron caballos y vacas, y aunque alguna mostró poses mas propias de cosíos taurinos que de pacíficos pastos, pero  no hubo embistes ni amagos que pudieran llevar al suelo a alguno y ser pasto de los buitres que pacientes sobre vuelan el campo esperando disfrutar la corrupción de algún cuerpo.



Ya cuando el track se orientaba al punto de partida tuvieron ocasión de disfrutar de una trialera de esas que hacen salivar profusamente a Migaego, con piedras y curvas delirantes. Hubo equilibrio, y pericia, por fortuna para unos, que pudieron seguir disfrutando de la mañana en bici y desgracia para otros, pues sin caídas no hay posibilidades de degustar el preciado manjar que es el jamón  peludo de homo polvorancus.   





Pasadas las doce, los bikers salen de la dehesa y cruzan el famoso acueducto que sobre el río se asoma a un bello acantilado: no hay vértigo, y a fila de a uno desfilan por la senda que recorre el acueducto, los buitres no tienen fortuna, ningún homo polvorancus cae. 





Estas bellas aves siguen pacientemente el recorrido del grupo, pues al final les esperan unas rampas con fuerte desnivel y esa puede ser la ultima ocasión en la que haya posibilidad de caída, desmayo y por ende segundo plato del menú de la previa al día de la madre. Pero tampoco pudo ser. Poco a poco, en grupo estirado eso si,  van llegando al punto de salida de la ruta uno a uno según sus posibilidades, al cementerio del Molar, campo santo donde abunda la carne, pero  ya pasada para el gusto de estas aves.





Al final algo mas de 40 kilometros de bello recorrido por una dehesa desconocida que combinaba dos rutas que por separado ya tuvieron éxito en su dia,  y que esta vez juntas, se disfrutaron doblemente, un bonito sofrito que de la mano del maestro Towers la guardamos en la trackteca, y que seguro que volveremos a repetir. Los mejores ingredientes, buenos parajes, buena temperatura, y buena compañía, en esta ocasión asisten Alameda,Blogger,Jolu,Migaego,Rubaoliva,Tejerina,Towers,Manuelsunn, Vara-Kt, en fin, no se puede pedir mucho mas. 


Aquí os dejo los videos  de la semana, esta vez de la mano de Migaego, el espanta-buitres.







Y la versión extendida by Jolu.




Palabra de polvorancus. 

Nos vemos en la próxima. 


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