domingo, 17 de junio de 2012

En busca de riesgo...

Bici nueva.
Continuando con nuestra vocacion aventurera, y de riesgo, la salida de este fin de semana ha sido por Madrid Rio. Nos despertamos con la noticia, un tanto alarmante de que había "caos circulatorio en el Paseo de Madrid Rio" y aprovechando que estrenábamos bici, nos pusimos de corto y nos lanzamos hacia la casa de campo, para ver con nuestros propios ojos, si eso era cierto. 



En busca de riesgo
Y quedamos en el chiringuito de nuestras amigas las rubias, y salimos dirección Madrid, con un sol de justicia para llegar hasta la Casa de Campo, atravesamos el parque hasta llegar a la explanada del rey, donde hicimos "el momento higo", variante del momento plátano, de la misma duración pero distintas propiedades.
Los higos secos procuran seis veces más energía que los frescos, lo que los hace bastante calóricos (243 cal/100g). También aportan abundante calcio, así como algo de hierro y magnesio.
Los higos deshidratados también son ricos en fibra, tanto fibra soluble (pectina) que nos ayuda a disminuir los niveles de colesterol en sangre, como fibra insoluble que ayuda al movimiento intestinal previniendo tanto el estreñimiento como otros padecimientos intestinales. El higo seco está muy recomendado, al poseer, también, un alto contenido en hidratos de carbono.

Al ataquerrr
Cargamos pilas, bebimos agua y nos lazamos por ese pedazo de carril bici, a la aventura, sin tener en cuenta los riesgos a los que nos enfrentabamos, dispuestos a contrastar así la noticia, y verificar que no hay convivencia entre peatones y ciclistas. 

En Madrid Rio, como en Madrid en general, hay gente pa´ to. Unos patinan, otros pasean el perro, unos corren, otros montan en bici, pero hay espacio de sobra para todos, siempre y cuando reine el respeto y no existan demasiadas distracciones.
Bien señalizado.
Todo hay que decirlo, que existen ciertos utensilios inventados para hacer la vida mas facil, pero que pueden provocar accidentes, digase correas extensibles para pasear perros de tamaño XXL, que pueden atravesar el carril de un lado a otro y ser una trampa mortal para un ciclista distraido disfrutando del paisaje.

Trampa en manos de un distraido.
 A esto hay que añadirle ciertos elementos que pueden favorecer la distracción del paseante o ciclista. Si todo lo sumamos podemos llegar a la conclusión de que para ir por Madrid Rio hay que andarse con mucho ojo.  Uno puede pensar que la aventura y el riesgo está en una escapada por la montaña, o un paseo por el campo, pero es una percepción equivocada. Hoy por hoy la mayoría de los accidentes suceden por distracciones, y en el campo uno no se distrae, en cambio en Madrid Rio, con tanta gente, la probabilidades de distraerse se multiplican por 15. 
Distracciones patinando.
Distraccion haciendo jogging

Bajamos hasta la calle Antonio Lopez, para luego tomar el  anillo verde a la altura del hospital 12 de Octubre y regresamos a Alcorcón por Orcasitas, Carabanchel y Barrio de la Fortuna.  Llegamos sanos y salvos, a pesar de las trampas que nos puso la vida, y además a la hora prevista disfrutando de una ruta muy util para aquellos fines de semana que llueve, pues pisamos poca tierra y mucho carril bici (casi todo el recorrido estaba alicatado).


Debe quedar bien claro, para que no haya ningún mal entendido, que nosotros tres no apartamos la vista del carril bici, y en ningún momento pusimos en peligro la integridad fisica de nadie, faltaría mas.

domingo, 3 de junio de 2012

Suavemente....

En fila.
Quince dias despues de la salida por Canencia, y ya recuperado de los sustos, las caidas, y ya completamente seco, volvimos a la normalidad empezando una salida en busca de un camino en el  que no hubiera tantas emociones juntas, a ser posible sin granizadas y sin toros sueltos.

En esta ocasión el reto debe ser distinto, disfrutamos de la incorporación de dos nuevos aficionados a la mountainbike, tenemos que hacer de buenos anfitriones, debe ser lo mas agradable posible. Hay que pensar algo que motive al grupo, algo que nos guste a todos, algo que nos ayude a dar pedales, y hacer llevadero el reto de este domingo.
La verdad es que se nos pasan por la cabeza muchas cosas, pero ¿que puede agradar a un grupo de hombres maduros? ¿en que piensan los hombres? ¿que podemos tener en común todos los tíos?
¿En qué piensan los hombres además de en el sexo?

Con esta duda partimos en una convocatoria a la que acudimos 6 globeros, y para hacerlo distinto de otras ocasiones, quedamos en la explanada de los Castillos de San Jose de Valderas, restaurados, un buen lugar para quedar. Pasamos lista, y estabamos todos a las 9:15 para salir hacia la ruta propuesta, que esta semana buscaba la cuenca media del Guadarrama, desde mas allá de Guadalmonte, hasta nuestro amado puente de hierro del Soto de Móstoles.
Castillos de San José de Valderas.


El calor, que se adelantó este año, ha hecho que el campo esté algo mas seco de lo que le corresponde, pero a pesar de ello disfrutamos en todo el recorrido de una agradable temperatura sin apenas sufrir calor. El rio Guadarrama tenía un cauce abundante, y la ladera del rio estaba llena de los vilanos de los chopos, que en primavera ponen el suelo blanco, esponjoso,  y que tanto molesta a los alergicos. Buscamos el Rio desde la parte alta de la urbanización del bosque de Villaviciosa, y nos lanzamos por un camino en su busqueda.

Tirándonos por la cuesta.


Rodamos  toda la ladera, cruzamos varios arroyos de agua que desembocaban en el Guadarrama, y pedaleando cómodamente, sin piques, ni carreras llegamos muy agustito al "rito de comerse el plátano". En esta ocasión los plátanos estaban mas lacios, mas maduros, el calor no favorece nada.
Momento plátano.

   
Bajamos hacia el campo de golf, sorteando precipicios (barrancos mejor dicho),  y llegamos hasta el puente de hierro con la idea del principio rumiando en nuestra cabeza ¿que tenemos en común todos? hay que meterle alguna emoción fuerte a la ruta, una pasión, o incluso un vicio.
al borde del precipicio.


 Y surgió la chispa; a cualquier mujer se le hubiera ocurrido a la primera, ellas nos conocen mejor,  y en ese momento, cuando subíamos por esa pedazo de cuesta que une Alcorcón y Móstoles, esa ligera cuesta que nos derrumba en ocasiones, no por su inclinación, si no por su constante desnivel, ligero, pero que te merma psicologícamente, y  ya cansados con mas de 40 km rodados, los muslos duros, con el gemelo arriba,  a todos se nos encendió la bombilla y alguien se atrevió a proponerlo;  y dió en el clavo.

Pensamos en esos cuerpos de reinas, rubias, que están en reposo, esperando a que llegáramos, y las agarráramos con sutileza, sin hacerlas daño, quietas, miedosas y frías, y nosotros con tanto calor. Nos estaban esperando, una gran recompensa al final del trayecto, da igual su precio, necesitamos saciarnos despues del esfuerzo. Y llegó el momento, y la agarramos con fuerza, para llevarnoslas a la boca, mirando de reojo al compañero, a ver como lo hacía él, si  todo de golpe, o poco a poco. La prudencia decía que había que hacerlo poco a poco, de una forma delicada, ¿qué van a pensar los demás?

con las rubias.

Y nos tomamos un pedazo de jarra de cerveza que nos supo a gloria de campeón, fresquita, en un jarra helada, ummm. Nos sirvió de sello a una escapada que sin duda repetiremos; le debemos las cañas al Rufi, no solo porque fue él el que lo propuso, sino porque además las pago.


Momentos de gloria.