jueves, 29 de mayo de 2014

De ronda...


Ponga atención a lo que voy a contar, ocurrió el pasado domingo, a media mañana, en un bar, típico de un lugar, un hogar extremeño, en el sur de Madrid, en plena selva marrón. Cada domingo es lugar de reunión de una especie de centauro, mitad bici, mitad humano, que ronda el lugar desde primera hora, el homo polvorancus.



La camarera mira de reojo a la puerta, a la hora de costumbre; ya ha visto al primero que entra en el lugar, este deshace su montura y lanza un  buenos días a todos los que con el codo clavado en la barra levantan su jarra de cerveza. Ella, la estrella del lugar, levanta la barbilla y mira de reojo al barril de cerveza para asegurarse de que está todo listo,  nada puede fallar, el barril está lleno, y las jarras congeladas. Solo faltan ellos.

Uno a uno van entrando y saludando, siempre hay alguien que junta dos mesas y mientras  unos toman asiento y empiezan a comentar la jornada, otros piden la ronda, básicamente formada por zumo de cebada con alcohol, la sin alcohol, y alguna con limón.



Ha estado guapa, es la primera frase que rompe el silencio, las pocas féminas del bar se giran a ver a quien se refiere, pero no va por ellas, se trata de  la ruta de esta semana, ha sido del agrado del homo polvorancus, que se olvida de las hembras los domingos por las mañanas, este tiempo es solo para él.



Hoy salieron 15, por trazado rodador, por parajes conocidos en una ruta por pistas anchas sin dificultad; rectilíneas, sin apenas curvas, de suaves pendientes y subidas tendidas que favorecen el pedaleo alegre, y los platos grandes. El homo polvorancus ha vivido la jornada de reflexión, dividido, unos con la cabeza en el Real Madrid, y otros con el corazón volcado en el Atlético. Aún está abierta la herida de la derrota y se nota en el pedaleo, mas veloz que de costumbre, aun es pronto, la derrota ha sido dura, el momento plátano se va a retrasar hasta el kilómetro 40. En los vencedores una sonrisa por la décima, sin estridencias, con alguna que otra camiseta futbolera que  cubre la equipación que con tanta dedicación a creado el maestro Towers.



Se comentan las proezas de dos miembros, entrenados, y valientes se atreven con el soplao, Mabucar y Gdmone, tanto monta y monta tanto,  todos reviven la aventura de estos dos figuras,  mientras saborean la cerveza y devoran unas migas extremeñas  ronchando algún que otro torrezno. Ya nos contaran su crónica en primera persona. Aventura y proeza de primer orden.



Con la segunda ronda llega el momento de los accidentes, hoy Asolibes tuvo un resbalon en asfalto, como suele suceder, en un tramo sin aparente peligro,  restregó su camiseta firmada por un tal cristiano Ronaldo por el asfalto en una de esas típicas caídas tontas. Aunque no hay sangre, el costalazo magulla sin frenar al artista que concluye la ruta con éxito.



Y llega el momento de la cuenta, uno a uno liquida su parte, se acaba la mañana, la ducha y la siesta serán el colofón final al domingo, antes Antxoa seguirá haciendo campaña para captar adeptos a la ruta de Riaza, y es que hay cosas que no cambian nunca, por fortuna.

Nos vemos en la próxima.


By blogger.



martes, 20 de mayo de 2014

LOS UNIFORMADOS


Está claro que “el que pregunta se queda de cuadra”. Al final de la ruta, y tras las famosas cervezas y migas con las que siempre nos espera nuestra querida Estrella, se me ocurrió preguntarle a Blogger: “Bueno, ¿qué? ¿te encargas de la crónica?” y la respuesta, contundente, fue: “no, de la de hoy te encargas tú. Y no tengas prisa en enviarla, que la retribución es la misma, si me la envías hoy que mañana”.



Así que, con tan contundente argumento por parte de Blogger, no me quedaba otra que ponerme manos a la obra. Y aquí estoy, escribiendo la crónica de la ruta, de un bonito domingo de primavera, con una temperatura ideal para la práctica del deporte que nos gusta y nos une.



Diez (10) “homo polvorancus” nos dimos cita en el famoso punto “G”. ¡Mortal, tú que nos lees!, ¿quieres saber dónde está el punto “G”? Es fácil, únete a nosotros un domingo y te lo explicaremos con pelos y señales.

Parecíamos un equipo de fútbol más que una grupetta de bikers: todos uniformados y el infiltrado (es decir, el portero), que era su primera salida con la grupetta. La lista de congregados la componían Blogger, Jarkonen, fjavierg, Antxoa, David89, Dcarlos, Amigo de DCarlos, Perini, Chelero y el que escribe, PMF1208.


Tras los saludos de rigor a PMF1208 le tocó dar explicaciones sobre dónde se ha metido todos estos meses: que no, que la MMR ya la tenía de antes; que su bonobici está recargado para los próximos quince mil años; que lo del rodillo está bien y no es tan aburrido como pronosticaban; que aunque algunos casi ni se acordaban de él no había pegado el estirón, que siempre ha sido igual de bajito. Una vez dadas las respuestas (que a casi nadie convencían, pero es que PMF1208 es así, ¡qué le vamos a hacer!), el grupo se puso en marcha camino del Parque del Soto, donde nos esperaba Migaego.



Primera incidencia, antes incluso de salir de Alcorcón: Blogger pincha (bueno, sólo que se le había olvidado inflar la rueda antes de salir de casa). Infla que te infla, infla que te infla, y de nuevo en marcha.

Llegamos al Parque del Soto, y el bueno de Migaego ya había realizado su momento plátano, en solitario, tal era el retraso que llevábamos.



Continuamos rumbo al Puente de Hierro y de ahí, por los senderos junto a la vereda del Guadarrama. Se preveía frescor en las zonas umbrías, pero la temperatura era muy agradable y no nos fue necesario abrigarnos. Rápido llegamos a El Bosque, donde mantuvimos nuestro imprescindible momento plátano. ¿Por qué lo seguimos llamando momento plátano, si nadie lleva tan sabrosa fuente de energía? El “homo plovorancus” ya ha pasado a geles, barritas energéticas, bebidas isotónicas. Vamos, “pofesionales” a tope.


De nuevo en marcha, no sin antes comprobar cómo el camarógrafo que había venido con nosotros para inmortalizar en mp4 las aventuras y desventuras de los polvorancus, no había grabado nada porque… ¡tenía la tarjeta de memoria llena! Y como el “homo polvorancus” es de los de a grandes males, grandes remedios, a “tomápol culo”: borro todos los ficheros y así me hago una peli entera. ¡Ni el Almodóvar ese!



Y sin más incidentes que esperar unas pocas veces al del rodillo, nos reagrupamos en terrenos de Villaviciosa, donde nos cruzamos con un grupo de MoskitoBikers, que estaban preparando una marcha para el 8 de junio, a la que nos invitan a apuntarnos (¡ay pobres, se pensaban que éramos un club serio y organizado, porque íbamos uniformados!).



Ya desde allí hacia Alcorcón por terreno muy rodador, y la grupetta se va deshaciendo: unos porque los 53Km les han sabido a poco y si no hacen como mínimo 70Km no rompen a sudar; otros porque tienen que currar el domingo por la tarde (menos mal que hay gente que levanta el país); y otros nos dirigimos al punto final de la ruta, el siempre venerado extremeño, donde terminamos como empieza esta crónica: cervecitas fresquitas y migas ricas, ricas.

Un placer volver a rodar con todos vosotros.

¡Prometo ponerme más en forma para subir más y mejor!





Crónica by PMF1208

martes, 13 de mayo de 2014

El Homo Polvorancus abandona la cueva tras la hibernación


El domingo a las 9:00h era el momento acordado. Poco a poco iban llegando los Polvorancus desde cada uno de los 4 puntos cardinales, según salían de sus madrigueras invernales, “semana santeras” y “puente mayero”, algunos superando la gran pereza que supone salir un domingo por la mañana tras un sábado animado. Está claro que no acudieron todos a la cita del cocinero de la manada, pero se junto un número más que aceptable de 18 especímenes de las tribus 26 ers y 29 ers. Los elegidos de hoy eran: Alameda, Sergio , Maverick, Migaego, fjavierg, Jarkonen, Towers, Antxoa, Chelero, Javito, Dcarlos, Jartowine, Kantoso, perini, GDMone, elcuri, Biker-Nass y Luigi.



La salida se retraso algo más de lo habitual ya que hasta las 9:10 no se puso en marcha la serpiente multicolor, pero está claro que había muchas cosas que comentar tras tanto tiempo aislados de la manada.

En cuanto abandonamos el asfalto de Alcorcón, comenzamos a atravesar un maravilloso campo con las cementeras comenzando a aflorar, lo que permitió cruzar el campo cultivado sin mayor problema, salvo por alguno que quiso llevarse alguna espiga de recuerdo como nuestro amigo Antxoa.



La ruta transcurría sin incidencias por terrenos conocidos como la CdC, hasta que alguien emitió un sonido gutural que hizo que la manada se detuviese. Nuestro maestro de cocina había decidido recoger algún pincho o abrojo despistado con su rueda, con lo que hubo que hacer una pequeña parada sin mayor trascendencia, lo que permitió a algunos dejar un poco de espacio libre en su vejiga. Mientras atravesábamos el territorio CdC se incorporó de repente un miembro más de la manada (Sahagún) procedente de las tribus del Norte, que fue recogido por Migaego en una de sus múltiples expediciones por senderos desconocidos para el resto de la manada.



Tras la Cdc pusimos rumbo a otra de las zonas conocidas como es el Monte del Pilar. A esa hora ya se empezaba a agradecer el ir por zonas de sombra ya que la temperatura seguía subiendo y ya aparecía el 3 como primer dígito de los termómetros. Esa fue la zona elegida por el grupo para reponer fuerzas con el momento plátano (aunque hay que decir que menos plátanos se podía ver de todo).



Tras salir del Monte del Pilar fuimos a parar a otra zona bien conocida para los “Polvorancus”, el monte de Boadilla. Aquí es donde, todavía no se sabe muy bien porque, alguien decidió comprobar si con el terreno tan seco, se podía levantar una buena polvareda. El hecho es que, la velocidad media se empezó a incrementar de manera exponencial, viéndose mas de 35 km/h en muchos de los velocímetros. Siempre nos quedará la duda de porque se produjo ese momento de estiramiento (un león, alguien llegaba tarde a casa,……) pero lo que está claro es que se metieron los platos grandes y los piñones más pequeños para poder seguir el ritmo.


Ya en el último tramo (Ventorro del Cano) se produjo el bucle “extraño” del día al coger una salida alternativa a la habitual y hacer una bajada hasta la Ciudad Financiera del Santander que luego hubo que deshacer para volver a subir hacia Alcorcón, aunque algunos, decidieron tomar un atajo y fueron literalmente campo a través para evitar ese “tobogán”. Ya en las últimas rectas se volvió a estirar el Grupo, de manera que algunos no pudieron despedirse del Grupo, al no poder quedarse a disfrutar de la merecida “rubia”.





Hasta la próxima aventura