martes, 13 de mayo de 2014

El Homo Polvorancus abandona la cueva tras la hibernación


El domingo a las 9:00h era el momento acordado. Poco a poco iban llegando los Polvorancus desde cada uno de los 4 puntos cardinales, según salían de sus madrigueras invernales, “semana santeras” y “puente mayero”, algunos superando la gran pereza que supone salir un domingo por la mañana tras un sábado animado. Está claro que no acudieron todos a la cita del cocinero de la manada, pero se junto un número más que aceptable de 18 especímenes de las tribus 26 ers y 29 ers. Los elegidos de hoy eran: Alameda, Sergio , Maverick, Migaego, fjavierg, Jarkonen, Towers, Antxoa, Chelero, Javito, Dcarlos, Jartowine, Kantoso, perini, GDMone, elcuri, Biker-Nass y Luigi.



La salida se retraso algo más de lo habitual ya que hasta las 9:10 no se puso en marcha la serpiente multicolor, pero está claro que había muchas cosas que comentar tras tanto tiempo aislados de la manada.

En cuanto abandonamos el asfalto de Alcorcón, comenzamos a atravesar un maravilloso campo con las cementeras comenzando a aflorar, lo que permitió cruzar el campo cultivado sin mayor problema, salvo por alguno que quiso llevarse alguna espiga de recuerdo como nuestro amigo Antxoa.



La ruta transcurría sin incidencias por terrenos conocidos como la CdC, hasta que alguien emitió un sonido gutural que hizo que la manada se detuviese. Nuestro maestro de cocina había decidido recoger algún pincho o abrojo despistado con su rueda, con lo que hubo que hacer una pequeña parada sin mayor trascendencia, lo que permitió a algunos dejar un poco de espacio libre en su vejiga. Mientras atravesábamos el territorio CdC se incorporó de repente un miembro más de la manada (Sahagún) procedente de las tribus del Norte, que fue recogido por Migaego en una de sus múltiples expediciones por senderos desconocidos para el resto de la manada.



Tras la Cdc pusimos rumbo a otra de las zonas conocidas como es el Monte del Pilar. A esa hora ya se empezaba a agradecer el ir por zonas de sombra ya que la temperatura seguía subiendo y ya aparecía el 3 como primer dígito de los termómetros. Esa fue la zona elegida por el grupo para reponer fuerzas con el momento plátano (aunque hay que decir que menos plátanos se podía ver de todo).



Tras salir del Monte del Pilar fuimos a parar a otra zona bien conocida para los “Polvorancus”, el monte de Boadilla. Aquí es donde, todavía no se sabe muy bien porque, alguien decidió comprobar si con el terreno tan seco, se podía levantar una buena polvareda. El hecho es que, la velocidad media se empezó a incrementar de manera exponencial, viéndose mas de 35 km/h en muchos de los velocímetros. Siempre nos quedará la duda de porque se produjo ese momento de estiramiento (un león, alguien llegaba tarde a casa,……) pero lo que está claro es que se metieron los platos grandes y los piñones más pequeños para poder seguir el ritmo.


Ya en el último tramo (Ventorro del Cano) se produjo el bucle “extraño” del día al coger una salida alternativa a la habitual y hacer una bajada hasta la Ciudad Financiera del Santander que luego hubo que deshacer para volver a subir hacia Alcorcón, aunque algunos, decidieron tomar un atajo y fueron literalmente campo a través para evitar ese “tobogán”. Ya en las últimas rectas se volvió a estirar el Grupo, de manera que algunos no pudieron despedirse del Grupo, al no poder quedarse a disfrutar de la merecida “rubia”.





Hasta la próxima aventura

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