Jornada de reflexión.

El homo polvorancus como hominido desarrollado tiene inquietudes trascendentales y es capaz de reflexionar sobre las grandes cuestiones de la vida, ¿quienes somos? ¿a donde vamos? ¿de donde venimos?

Si normalmente es así, en periodo electoral lo es aún mas, y reunidos los cuatro monos que acuden a esta ruta, prestos y dispuestos a rodar por la zona del Río Moros, se miran en aquellos lares y se preguntan uno a otro ¿que hace un polvorancus como tu, en un sitio como este? Sin dudar se miran unos a otros y se responden....¿y porque no?

Pasamos lista como es habitual, Lupero (PRESENTE!!), Sali (PRESENTE!!), Torrejota (PRESENTE!!), Blogger (PRESENTE!!) y Towers ¿donde está Towers?. Miramos twiter y este personaje, a pesar de estar en plenas elecciones, vuelve a ser trending topic con el hastag  ·#mehevueltoadespitarirtirando.

No nos olvidamos de los que no pudieron venir, pedimos por ellos, por aquellos que a causa de la pereza, por los que tienen que acudir a las mesas electorales,  por aquellos que recargan el bonobici allá por la Sierra de Cazorla , por todos ellos, por los que no están con nosotros, por los que no les apetece esta ruta.... Hecho el ritual salimos con viento fresco, rumbo al primer objetivo, tomar la Fuenfria. 

Salimos de Cercedilla y encaramos la carretera que sube por las dehesas,  recibimos a puerta gayola la subida a la Fuenfria, el grupo se estira, Torrejota toma el mando, por sus venas aún circula la testosterona sobrante después del trancazo de la semana pasada, Lupero sonríe, le brilla el colmillo,  arrierito somos, y en el puerto nos encontraremos,  Sali no se despega de ellos, yo me quedo atrás. 

Un error en el gps me lleva a la calzada romana, empezamos bien, un poco de empujenbike imprevisto para calentar gemelos, y mover las caderas,  ellos pacientes me esperan y pronto llegamos al mirador de los poetas. 

Tras una breve parada oxigenante, tiramos pálante, estamos cerca del  mirador de la reina, rodamos en paralelo con otro grupo, con alguna biker elegante que se contonea delante de nosotros: hubo tiempo para todo, también para admirar el paisaje. 

Coronamos en la Fuenfria, y seguimos por la carretera de la República hasta el Collado de  Marichiva,  Lupero saca el látigo para castigarnos sin piedad, cuando parecía que habíamos salvado la subida, su ritmo nos pone contra las cuerdas, Sali no se despega. Justo cuando estábamos saltando a la provincia de Segovia un ruido rompe con la calma del bosque, no es un trueno, el cielo está totalmente despejado, tampoco se ve ningún avión cercano, es una especie de chillido carcajada. En ese mismo instante entraba en su casa Towers, y su mujer emitió aquella especie de chillido carcajada que se hizo sonar hasta los mismos limites de la provincia de Segovia, y mas allá. Ella ojiplatica no puede contener la carcajada al verle aparecer por casa,  despues del madrugón, no es la primera vez que le pasa, él cabizbajo utiliza el socorrido recurso del - cariño, dejame que te explique. 

Cruzamos al otro lado y el suelo se rompe, extremamos precauciones, no hay nada mas frágil que el equilibrio, sacamos las uñas y nos agarramos al terreno, cubierto de piedra suelta. A Sali se le aparecen los fantasmas de la ultima vez que disfrutó de la zona planeando sobre una cuneta. Pero esta semana no hay lugar para caídas,  y sin problemas volvemos a tomar pista, y ahora si, es  to p´abajo.

A nuestro lado dos presas que sujetan el agua del río moros en este tramo, los grandes pinos nos obsequian con una sombra fresca que nos hace olvidar la pena de subir al puerto.  En este punto llevamos mas de dos horas dándole al pedal. Toca pillar fuerzas, y contra todo pronostico buscamos una zona con sol, nos estamos quedando fríos.

Tomamos el camino del agua y la senda que sube cerca de la peña del Arciprestre, empujembike en estado puro en este pequeño tramo, que una vez superado nos descuelga sobre el Camino de los lomitos. 

Se abren las vistas al valle, en estos momentos luce unos colores sorprendentes, nos deleitamos con el paisaje, un gran cierre de ruta. Nos dejamos caer hasta Cercedilla en busca de unas merecidas cervecitas.

 Al final nos salieron 40 km que nos sirvieron para acumular otros 1.000 metros en el empinómetro, y sobretodo y lo mas importante, disfrutamos de una bonita mañana de mountain bike por la sierra, fresca y repleta de bellas estampas, nos medimos frente al desnivel y entramos en contacto con la naturaleza en estado puro. No quiero terminar esta crónica sin trasmitir mis felicitaciones al maestro  Towers  por haber escrito una nueva pagina de su libro, "101 maneras de planificar una ruta, y volverse sin empezarla for dummies" cuando este publicado el libro pienso comprarme un ejemplar y pedirle que me lo firme para tenerlo como libro de consulta junto a mi bicicleta. Lo recomiendo para reflexionar, especialmente, en jornadas de reflexión.  Palabra de polvorancus.





Nos vemos en la proxima.

By blogger.

Texto Blogger.

Fotografia Lupero & Sali & Torrejota.

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