Polvoranca MTB: La flor de la jara.

A pesar del paréntesis de la semana santa, aun rezuma el buen sabor de la ruta de la fresa, y está en el animo del homo polvorancus volver a repetir aquellas sensaciones pisteras, pero para este domingo escoge un trazado algo mas exigente, no solo por la distancia, una ochentera, sino también por el perfil, que como un serrucho hace que el cuadriceps trabaje subiendo repechos una y otra vez., el desnivel acumulado es engañoso, en plena meseta castellana, con apenas 200 metros de diferencia entre el punto mas alto y el mas bajo de todo el recorrido, el track acumula un desnivel entorno a los 1.000 metros. Pero esto no importa al homo polvorancus que asume con curiosidad el reto y se lanza a ver que tal, dispuesto a pasárselo bien.

Así acuden al punto de reunión elcuri, Biker-Nass, Sali, Chelero, fjavierg, perini, GDMone, y blogger, atrevidos en algunos casos, en otros no, pues lidiaron en plazas mas dificiles, y juntos parten hacia Navalcarnero, casi todo bajando, y poniéndose al día, charleta distraida y relajada.

Fue adentrarse en el termino de Navalcarnero y empezar la fiesta del pabajo interruptus, que ahora subo, y ahora bajo, pero bajando mas que subiendo, con lo que llegar a Villamanta fue coser y cantar. El trazado trascurre por pista ancha, acondicionada perfectamente para dar acceso a los cultivos de la zona, vid y olivo, a veces algo rota, a veces algo inundada, pero alegre, facilita el pedaleo ágil, rodamos por algún tramo de la cañada real, por donde caminaban las ovejas antaño, que en estas fechas, está verde que te quiero verde.

Al cruzar Villamanta el monte bajo gana terreno al cultivo, y la jara, ahora en flor desplaza al olivo y a la uva, inspirar profundo es un regalo que te carga los pulmones con aromas casi medicinales, y el camino se estrecha, la sensación de velocidad se incrementa; perfecto!!!!!

Repusimos fuerzas en Villanueva de Perales, punto de inflexión de la ruta, aquí nos abandona Perini, se adelanta, tiene hora de llegada, va a imponerse su ritmo, como el corre caminos abandona la grupeta levantando polvo a su paso, no volvimos a verle el pelo, ni de lejos. El resto prosigue en manada.

Y mas pista, y mas monte, y mas jara, por todas partes, y un pinar, y mas sol, y 20 grados, esto ya roza la perfección, no se puede pedir mucho mas. Sin enterarnos llegamos a Brunete.

Apenas entramos por sus calles, en seguida tomamos pista, y a rodar, toca algo de bajada, buscamos el río Guadarrama. Pero el track nos lleva de bruces contra una finca, vallada, y con puerta adornada con un cartel de securitas direct, no franqueable, no hay tenazas en la camel del homo polovrancus, toca improvisar; en este punto el homo polvorancus reflexiona.

Aunque entre semana aparcar el coche a mas de 200 m del punto de destino puede ser un drama, el domingo los ojos del homo polvorancus ven con buenos ojos caminar un kilómetro y medio a cruza barbecho buscando un camino ciclable. No se puede esperar menos de la especie inventora de la forma mas sui generis de comprar lotería de navidad, del inventor de la ruta del bocata calamares bajo la lluvia de diciembre.

Sin rechistar y todos a una, cruzan el sembrado para retomar el camino que los lleva hasta el río Guadarrama. Una vez fuera del sembrado, El curi siente una especie de picadura, una garrapata besa su patorra peluda y rápido el manchego advierte al grupo - ¡¡¡¡¡¡ojo, que hay garrapatas!!!!!!!!!!!!

Y tenia razón, estaban por todas partes, hábiles podían agarrarse al jamón belloso del homo polvorancus. Sin dudarlo El curi se gira y advierte a su paisano - Mariano, miraté bien, no se las vayas a pegar al perro!!!!!!!!!! Todo un detalle, no solo mira por el bien del Chelero, sino también por el bien de su perro, la amistad se ve en este tipo de detalles....

La vaya y las garrapatas fueron los últimos obstáculos a salvar, los últimos 20 kilómetros fueron por terreno conocido, sendita a la vera del Guadarrama, que nunca está de mas, y una vez salvados los olores de las cloacas de la urbanización del bosque, biker-nass y un servidor nos tuvimos que untar crema de mentol refrescante en nuestros cuadriceps recalentados,y una vez fresquitos, tocó subir el rampón de la urbanización del bosque, riguroso, e implacable, no sonrie lo mas minimo, sin corazón pone dificultades a nuestra llegada a Alcorcon. Afortunadamente, no lo consigue, como siempre.