lunes, 24 de marzo de 2014

Pasen y vean...


Tuvimos la suerte esta semana de disfrutar de una ruta con los mejores ingredientes. Sin duda, el cocinero, siempre prepara el guiso con ganas de agradar, que guste, toda la ilusión para que los bikers disfruten de la bici y crear afición. Esta semana, como tantas, acierta al cien por cien, nos lleva de excursión, como los padres salesianos, al pantano de Valmayor. 



Ya el entorno es envidiable, agua abundante, este embalse aunque construido sobre el río aulencia, su principal contribuyente es el Guadarrama, como no!!!!!



Además de agua, mucho aire fresco, serrano, el viento soplaba con rachas a veces fuertes; mención especial, el  merito que  tiene salir desde Alcorcón, y estirar la ruta, como hicieron los alumnos aventajados de la clase,  Asolibes, Mabucar y Gdmone,  que partían desde Alcorcón para sumarse a las 9:00 al grupo en una de esas jornadas de preparación para el soplao; hoy le meterían a sus piernas mas de 120 km.



Si el guiso tiene agua, y tiene aire, no le puede faltar sol, y así fue, mañana radiante, con un sol presidiendo en todo momento el paisaje brindándonos colores y brillos sobre el agua dibujando escenas de montaña  que se clavan en la retina, para no olvidar. 





Los 16 bikers que se dieron cita en este domingo soleado partieron sobre las 9:00 de Colmenarejo, punto de salida de la expedición, en una mañana fría, apenas 3ºc marcaban los termómetros, y el aire del norte puso al principio la nota fría de esta deliciosa mañana.




El trazado transcurre por el contorno del embalse de Valmayor, entre las localidades de Galapagar, Valdemorillo, Colmenarejo y Collado Villalba, por pistas, caminos, senderos con firme pisado que permite, rodar y disfrutar de lo lindo. 




Abandonamos Colmenarejo, y ponemos rumbo a Villalba, cruzamos la M505 para enfilar la primera rampa que nos conduce a punto mas alto de la ruta. El grupo se estira, y tras la primera parada de reagrupamiento enfilamos el merecido p´abajo, donde probablemente alcanzáramos los picos de velocidad de la jornada.



Ponemos ahora rumbo hacia el termino del El Escorial, para rodear el embalse de Los Arroyos, El arroyo Ladrón, y el Embalse de las Lagunas, con algún tramo no ciclable.  Salvados los obstáculos, nos metemos en la ladera de Valmayor, recorremos su contorno todo lo pegados posible al agua, disfrutando de la brisa serrana, húmeda y fresca,  a estas horas ya habíamos vencido el frío inicial. 



Las recientes lluvias hacen que el embalse esté hasta la bandera, hasta el punto que nos encontramos el track inundado, además las fincas de la zona advierten de que las reses que por allí pastan, no son mansas, ojo, son reses bravas. En nuestro camino nos encontramos con un par de amigos bikers que nos advierten de que la ruta no la vamos a poder terminar, el agua, y los cercados no  nos van a permitir continuar; "...pasen y vean, pero es imposible...".





 Pero el homo polvorancus, curioso y buscador de sus propios limites, obvia esta información y avanza para descubrir por si mismo, si es capaz o no, pasan para ver por sus propios ojos.








Estos bikers no tiene porque saber que entre nuestras filas contamos con tres que se atreven con "el soplao" o que entre nuestras filas contamos con la viva reeencarnación de una cabra montesa: el ínclito Migaego. Pero no una cabra montesa cualquiera, sino la reencarnación de una genuina cabra montesa de la legión. Ellos no sabían que Migaego el día de su cumpleaños se subió con la bici a un almendro, ni que lleva una camelback llena de vino de pitarra.





Así que toca tirar p´lante, vencer los obstáculos, con  la bici al hombro, además el track va a misa, si es por ahí, es por ahí y punto. Yo en aquel momento pensé, "bueno si me caigo al embalse no pasa nada", total un baño en agua helada solo puede suponer un catarro y punto, ahora bien, que saliera un toro ya no me hacia tanta gracia, una cornada ya son palabras mayores, y cornada con baño ni te cuento.    









No hubo toros, ni caídas, incluso Antxoa mantuvo el equilibrio, alcanzamos sanos y salvos  una pradera aislada, y sobre una enorme piedra de granito disfrutamos de nuestro momento de relax,  el  clásico momento plátano.





Tras el avituallamiento y las fotos, prosigue la ruta, en nuestro camino nos encontramos las urbanizaciones La Pizarrera y El paraiso,  las atravesamos para llegar a la M510 que nos llevará de vuelta al punto de partida, esta vez por carretera. 



Al final fueron 40 km de trazado disfrutón, agradecido, vegetación, sierra, aire limpio, sol, agua, naturaleza, y como siempre, un excelente ambiente, ¿que mas se puede pedir?





Nos vemos en la próxima. 

By blogger. 

Texto Blogger. 

Fotografia Lupero & Biker-nass, Elcuri, Jartowine. 
Video Migaego & Elcuri. 





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