Polvoranca MTB: III RUTA DEL BOCATA DE CALAMARES.

Esta semana tocaba rondar a la diosa fortuna, con el fin de año, y con la navidad llega el momento de disfrutar de una ruta típica del homo polvorancus, la ruta del bocata de calamares que alcanza ya la tercera edición.

El objetivo no es otro que acertar con el número de lotería agraciado el 22 de diciembre, disfrutar de la bici, de la zona monumental de Madrid y de un relaxing bocata de calamares in plaza Mayor a la sombra de los huevos del caballo de Espartero: no hubo suerte en los sorteos de las dos ediciones anteriores, pero todos sabemos que a la tercera va la vencida.

Cargados a tope de ilusión se juntan 18 bikers, Biker-Nass, GiGiMtB, Javito, jotajoselu, jokin77, Towers, _Sali, elcuri, Maverick, Lupero, Luigi, Migaego, PMF1208, Chelero, Timón, Antxoa, Joludelato, y blogger en el lugar de costumbre para partir en busca de la suerte, con criterio aprovechan la "ventana meteorológica" que se abre entre las 9:00 y las 13:00 de este domingo. Desconocían que esa ventana traería agua por doquier.

La comitiva abandona el parque de la paz, pasa primero primero por la calle Sahagun, donde se oye el ya clásico "Vaaaaamooosss Kollllldddoooo!! del Curi que busca levantar del letargo al amigo Sahagun que lleva retirado de los circuitos meses y meses.

Cruzamos la A-5 y nos metemos de lleno en faena, primeros charcos en una senda estrecha medio arada que arcillosa nos recibe, especialmente emocionado entra jokin77, que ya empieza a tener sus mas y sus menos con el barro; no sabe la que le espera mas adelante.

Vencido este primer tramo, y cruzada la M-40 nos metemos de lleno en la cuesta de la risa. A pesar de tener la pendiente a nuestro favor, el peso de la ilusión, y el agua que van acumulando nuestras vestimentas dispara el peso y provoca que las ruedas se claven en el suelo blandengue, hay que dar pedales aún bajando, no para de llover, el cráneo poroso del homo polvorancus deja pasar el agua al cerebro. El agua empieza a afectar a las terminaciones nerviosas del homo polvorancus, no hay sinapsis, el animal ya no esquiva los charcos.

Pero lo mejor estaba por llegar, Antxoa toma las riendas de la carabana "...seguidme que por aquí no hay agua..." y con buen criterio y buenas intenciones ofrece una alternativa que esquiva el arroyo de Valchico que parece estar totalmente inundado. Nunca sabremos si acertó, lo cierto es que tuvimos que cruzar a cambio, lo que alguien denominó "el estrecho de Gibraltar", una especie de laguna y descubrimos una nueva modalidad de mtb: el snorkel-mtb; en este punto el homo polvorancus ya con el cerebro inundado y los pies calados se abandona definitivamente a los elementos.

Y llegan a la casa de campo, y tras una reagrupación se entregan en los brazos de Migaego que los mete por las sendas cargadas de las hojas recien caídas en este otoño, cubiertas de agua, las ruedas al girar sobre las hojas empapadas salpican la cara del homo polvorancus. Ya con cerebro inundado, pies mojados y cara salpicada de barro, todo da igual. Timón apunta que si hay justicia divina por lo menos nos tendría que dar un tercer premio.

Y llegamos al Madrid Río, y la ribera del Manzanares, alcanzamos el puente de los franceses y encaramos el paseo del Pintor Rosales, y en breve al Templo de Debod, foto-parada obligatoria globera.

Reanudamos la marcha, calle Bailen y Palacio Real donde unas agradables turistas nos fotografían en una de las vallas de entrada al Palacio Real.

Salimos dirección a Opera, y por la calle Arenal, llegamos al punto kilométrico cero.

Pero lo bueno estaba por llegar, hay que elegir el lugar donde está la suerte, en linea tomamos dirección hacia la calle Mayor donde depositaremos toda nuestra ilusión. Ahí es cuando llega el momento en el que dejamos de ser pobres: Towers es el encargado de seleccionar el número, mira al cielo y apuesta todo al 46.453.

Una vez escogido el premio, ahora llega el momento de celebrarlo, y como en anteriores ocasiones, los depredadores de calamardo, nos apretamos los correspondientes bocadillos de calamares con cerveza. Llegados a este punto, en medio de tanto liquido, solo faltan las burbujas chispeantes que El curi nos regala como broche final, su clásica botella de espumoso, transportada clandestinamente en su camel-bak y que se evapora en escasos 5 minutos.

El objetivo estaba cumplido, lotería, bocata, ahora toca volver, hay un grupo que prefiere volver en metro, y el resto siguen la estela de Antxoa que dice conocer otro atajo.

Nos quedamos fríos, nos vino bien algún repechete que nos hizo entrar en calor. Esquivamos la cuesta de la risa, subirla cargados de millones podría ser demoledor, Antxoa nos saca a la acera de la nacional V y llegamos al punto de origen sanos y salvos, el agua de las botas no llega a ser preocupante. La llegada a casa, y la ducha caliente sentó como gloria bendita, la comida caliente y la siesta ni te cuento.

Bonita mañana en la que hubo de todo, y todo bueno, una gozada compartir una mañana así con todos, un privilegio, un lujazo, el mejor premio. Ahora solo queda que la fortuna se acuerde de nosotros y nos reparta un pellizquito, aunque de todas las formas, el año que viene, suceda lo que suceda, volveremos a intentarlo, incluso si toca el premio.

Nos vemos en la próxima.

by blogger.

Pd: No os podéis perder el vídeo del Curi, un excelente documento y un gran recuerdo de aquella mañana, sin duda el próximo anuncio de la lotería.